Inmigración y Mano de Obra Agraria.


Os dejamos un interesante artículo del Secretario General de Coag-Ir de Castilla la Mancha en relación a los últimos hechos relacionados con la contratación de trabjadores agrarios en la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha y que han suscitado cierta polémica.
Secretario General de COAG-IR de Castilla-La Mancha

5 Septiembre ´07- De momento y para que no haya malas interpretaciones, voy a empezar por dejar un par de cosas claras… muy, muy claras, respecto de lo que, según mi organización COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha, quieren y no quieren los agricultores a los que representamos en relación a la contratación de trabajadores de temporada en general, de los trabajadores extranjeros de forma más particular y de los ciudadanos rumanos y búlgaros en concreto.

1º.- El objetivo de COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha no es conseguir ninguna especie de patente de corso para que los agricultores podamos emplear trabajadores al margen de la legalidad y, por supuesto, a esta organización le indigna que se pueda acusar al colectivo de profesionales de la agricultura de pretender explotar a sus trabajadores en cuanto a salarios o condiciones de trabajo… Antes al contrario, estamos reclamando del Gobierno cambios en la normativa que facilite todo lo posible la contratación de estos trabajadores con todas sus coberturas sociales y garantías laborales.

2º.- COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha no tiene intención de echar ningún pulso al Gobierno ni se ha hecho desde esta organización campaña de desobediencia civil respecto de las condiciones legales de contratación de los trabajadores… más bien hemos informado y asesorado en la medida de nuestras posibilidades a nuestros representados acerca de las modalidades de contratación existentes y a nivel nacional COAG tramita cada año decenas de miles de contrataciones de trabajadores inmigrantes.

3º.- Ni COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha ni su organización estatal, han apoyado nunca o se han manifestado a favor de la moratoria aprobada por el Gobierno que impide con carácter general a los ciudadanos rumanos y búlgaros emplearse como trabajadores asalariados… sino que la hemos rechazado desde el primer momento y hemos insistido desde entonces en que se retire; porque nos parece una situación abominable que ciudadanos de pleno derecho de la Unión Europea, como son los rumanos y búlgaros puedan fijar su residencia en España y llevar a cabo una actividad empresarial, pero no por cuenta ajena.

Insisto… hablo de mi organización.., que no representa los intereses de grandes empleadores del sector agrario; sino a titulares de pequeñas y medianas explotaciones familiares, que realizan de forma personal y directa las tareas de su explotación y que sólo utilizan mano de obra ajena en épocas muy concretas y para labores muy determinadas, generalmente relacionadas con la recolección.

Y he empezado por asentar las tres afirmaciones anteriores, porque este asunto (y más en estas fechas) es lo suficientemente atractivo desde el punto de vista mediático y lo suficientemente complejo desde cualquier punto de vista, como para que si no se conoce en profundidad (e incluso conociéndolo) se cometan errores de bulto al hacer interpretaciones sobre lo que algunos defendemos y planteamos.

Los que son nuestros problemas y los que no lo son.

En el colectivo de profesionales del sector agrario tenemos muchos problemas… no sé si más o menos que otros colectivos. Pero si se ha puesto de acuerdo tanto experto sesudo, tanto diligente burócrata y tanto próvido político para insistirnos en que la agricultura es un sector en irremediable recensión… es que de verdad, debemos tener muchos problemas.

Los costes de producción siguen una escalada ascendente, mientras que los precios que percibimos por nuestras producciones están prácticamente a los mismos niveles que hace décadas; la competencia con países terceros emergentes en los mercados agrarios es cada vez más dura; los apoyos públicos al sector han estado en cuestión en estos últimos años y ahora lo que están ya es en serio riesgo de mantenerse a futuro; nos falta vertebración y organización en los eslabones productivos para llegar hasta el consumidor e incorporar valor añadido a nuestras rentas… en fin, que tenemos bastantes problemas.

Pero hay uno que no es nuestr el fenómeno de la inmigración ilegal… o, permítanme que me exprese mejor, si que lo es, pero en la misma medida en que lo sea para el resto de ciudadanos españoles y teniendo sobre todo en cuenta que el mayor problema con la inmigración ilegal quien lo tiene es quien, para buscar una vida más digna, se arriesga a veces hasta a perderla.

El problema es de todos… pero es al Gobierno al que le corresponde la responsabilidad de hallar soluciones … cosa que hasta ahora puede haber intentado, pero no ha conseguido. El Gobierno (éste y el anterior… y el siguiente seguramente) no ha logrado impedir que miles de personas, decenas de miles, entren sin autorización, que lo sigan haciendo y que se queden. Y tampoco alcanza a lograr que se vayan… Tal vez por falta de medios, o por falta de acierto, o por más que comprensibles razones humanitarias… o quizás porque no exista acción política capaz de frenar la determinación humana impulsada por la desesperación, el hambre y la pobreza… vaya usted a saber.

Una realidad incontestable… que no se van.

Pero lo cierto es que están aquí. La realidad se ha empeñado en contradecir el silogismo gubernamental de: “Si no se les da trabajo, no pueden vivir, y si no pueden vivir, se acabarán yendo”. Pues no,… no se van. Y si la cosa nos les da para una casa, se asientan en cualquier abrigo… y si no tiene trabajo, piden o se buscan las habichuelas como buena o malamente pueden. Pero irse no se van -a lo mejor porque muchos de ellos seguro que no tienen ni adonde- sino que siguen viniendo. Algunos incluso, como ahora a rumanos y búlgaros, ni siquiera se le puede ni se les debe obstaculizar la entrada ni se les puede ni se les debe obligar a marcharse; porque les ampara el derecho a circular libremente por la U.E. y todas las bendiciones de la ciudadanía europea… menos las del trabajo asalariado hasta el 1 de enero del 2009.

El caso es que en nuestros pueblos residen miles de personas extranjeras a las que se les limita el acceso al mercado de trabajo. Y digo residen porque están en muchos casos recibiendo coberturas sociales como la sanitaria (¡qué menos!) y están perfectamente integrados entre nosotros… ¡Vamos!, tan integrados que, en el caso de ciudadanos de nacionalidad rumana o búlgara, podrían incluso haberse presentado a los pasados comicios municipales y ser elegidos Alcaldes o Concejales de la localidad en la que viven… eso si, lo mismo no podrían estar liberados, ni cobrar un sueldo del ayuntamiento.

Si el Gobierno entiende que esa es la solución (o una de las soluciones) al fenómeno de la inmigración ilegal le deseamos desde mi organización toda la suerte del mundo.

Queremos contratar legalmente.

Pero ese no es nuestro problema como colectivo profesional (si como seres humanos). Nuestro problema (uno de nuestros problemas) como colectivo profesional en Castilla-La Mancha es que necesitamos mano de obra; que la necesitamos a lo largo del año, pero sobre todo en campañas muy cortas e intensas; y que por desgracia, por la rentabilidad de nuestras explotaciones, no podemos competir con los salarios que se pagan en la construcción o en otros sectores… si no, no habría problema.

Y lo que nos gustaría es poder contratar -con todas las garantías sociales exigibles, pagando religiosamente todas las cotizaciones a la Seguridad Social y todas las tributaciones pertinentes y respetando todas las condiciones laborales y salariales ajustables a los Convenios Sectoriales vigentes- a quien se nos ofrece… y si además resulta que son conciudadanos europeos y vecinos nuestros, pues no entendemos porque no se nos permite o porque se ponen tantas trabas.

A ver… para que nadie se confunda con algunas de las cosas que haya podido leer en la prensa. La queja de los agricultores no es que no se nos deje utilizar a trabajadores ilegalmente… nuestra queja es que no se nos deja contratarlos legalmente o que los condicionantes que la norma impone son totalmente inadecuados a la realidad de la inmensa mayoría de las explotaciones agrarias familiares a las que representamos.

Un conjunto de medidas para mejora la situación.

Hay que reconocer que en los últimos años el Gobierno ha introducido alguna flexibilización, sobre todo en la contratación de trabajadores extranjeros en su país de origen por el sistema de contingentes; pero aún así para las pequeñas y medianas explotaciones es muy difícil planificar a más de tres meses vista la mano de obra que se va a necesitar en campaña (a las tormentas de pedrisco me remito) y asumir los costes del transporte y, sobre todo, de acondicionamiento de los alojamientos que, en buena lógica, se les debe proporcionar a los trabajadores. Y eso, que ya ha sido complicado generalizar en algunas Comunidades con campañas largas que se pueden concatenar unas con otras, lo es mucho más en la nuestra en donde el trabajo se concentra de forma muy intensa en períodos de tiempos cortos. No decimos que sea imposible… decimos que es muy difícil. No decimos que se incumpla la Ley… decimos que en lo posible se flexibilice más en materia de plazos. No decimos que los trabajadores tengan que acabar debajo de un puente… decimos que en algunas zonas sería bueno que hubiera planes coordinados entre los agricultores y la Administración regional y los ayuntamientos para que los trabajadores puedan contar con alojamientos dignos sin que todos los agricultores de un pueblo tengan que construirse una segunda vivienda para ocuparla 20 días de vendimia al año.

Quizás no se pueda, ni se tenga que evitar un mecanismo de regulación de la contratación de trabajadores no comunitarios tal como el sistema de contingentes. De hecho COAG ha sido pionera en la utilización de este sistema y cada año tramita miles de expedientes de contratación en toda España… pero no creemos que sea aplicar las mismas condiciones en el caso de europeos que ya gozan de su plena ciudadanía desde el 1 de enero pasado y que tienen todo el derecho a residir legalmente aquí. ¿Para qué tres meses de antelación para hacerle la oferta a nuestro vecino rumano?… no tiene sentido.

Por eso COAG-Iniciativa Rural estuvo desde un primer momento en contra de la moratoria aprobada por el Gobierno para estos ciudadanos y estamos pidiendo que se derogue lo antes posible. Puede que no sea “LA” solución a nuestro problema… el de la mano de obra ¿recuerdan?, porque es muy posible que muchos rumanos y búlgaros decidan libremente buscar acomodo laboral en otros sectores. Los agricultores tenemos la experiencia ya de haber “arreglado los papeles” a bastantes trabajadores y haberlos visto inmediatamente después marcharse a la construcción. De hecho de los 80.000 trabajadores normalizados en la regularización del 2005, a la vuelta de un año, ya se habían ido del sector agrario dos de cada tres.

Pero suprimiendo la moratoria, con la mayor flexibilidad de la normativa (hasta donde se pueda para facilitar la contratación sin comprometer las garantías y los derechos de los trabajadores) y con la complicidad (no en la comisión de delitos, sino en la búsqueda de soluciones) de todas las Administraciones en planes que faciliten la integración laboral de los inmigrantes (en materia de educación, de vivienda, de idioma…) podrían mejorar mucho las cosas.

Es como lo vemos nosotros, los agricultores de COAG-Iniciativa Rural… que podemos estar tan equivocados o tan acertados como el resto en nuestros planteamientos; pero que en cualquier caso no estamos dispuestos a admitir que se nos acuse, también, de que somos responsables de la inmigración ilegal. Ya se nos ha hecho responsables de las tensiones comerciales de los mercados internacionales; de que no se cierre con acuerdo la Ronda de Doha; de que los países del Tercer Mundo no puedan progresar; del deterioro medioambiental del entorno; de alterar el equilibrio de los recursos hídricos, de las subidas del IPC y, ahora, también de la inmigración… como el padre de algún jugador de la Selección Española tenga la mala suerte de ser agricultor, ya se yo a quien va a tener la culpa si no conseguimos la medalla de oro en el Europeo de Baloncesto.

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2 comentarios en “Inmigración y Mano de Obra Agraria.
  1. jose eli dice:

    si de acuedo a lo enviado anterior mente

  2. jose eli dice:

    pues deseo estar mejor informado de acuerdo a la imigracion aotro pais comoe spaña para obtener un trabajo pues mi opinion subsistible es que pueda combalidar mi imigracion a cambio de aver obtenido un trabajo osea despues de estar trabajando pagar el importe de gastos por la doc. o tramite pues de igual puede ser a cambio de trabajo o pues drxseeo mayor informacion

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