Todos quieren ser como Sunny

Todos quieren ser como Sunny Los africanos de Asturias fundan un equipo con la mente puesta en el subsahariano que llegó a El Ejido sin papeles y acaba de fichar por el Valencia

Marta PÉREZ
«Quiero ser como Sunny Sunday». La frase se parece al título de una conocida película sobre fútbol e ilusiones; y la historia que sigue tiene bastante que ver con el fútbol, pero mucho más con la ilusión. Sunny Sunday, que traducido del inglés se queda en «domingo soleado» es el nombre de un joven inmigrante nigeriano que entró en España sin papeles y ha acabado jugando en las filas del Valencia. Ayer, el equipo de fútbol Care (Comunidad de Africanos Residentes en España) se presentó a la afición en las pistas deportivas del Colegio San Ignacio. Jugarán en la segunda regional asturiana. Todos quieren ser Sunny Sunday.
El estreno del equipo, contra el Oviedo-Vetusta, no fue precisamente un «sunny sunday», por dos motivos: llovía a mares y perdieron por seis goles contra dos. Pero al Care le queda toda una Liga por delante para demostrar que pueden llegar tan lejos como el compatriota Sunny. De esto está más que seguro Prince Kennedy, alma máter del Care y presidente del colectivo de africanos residentes en Asturias. «Estamos muy ilusionados, esperamos llegar al final de la temporada con un ascenso a la Primera regional», dice Kennedy, un joven nigeriano de 34 años, que llegó a Asturias hace nueve.
«El equipo de fútbol forma parte de las actividades de la asociación, entendemos que el deporte es una buena fórmula para integrarse en la sociedad. Este año el Colegio San Ignacio, que tiene un programa de apoyo a inmigrantes, nos ofreció las instalaciones deportivas y aquí estamos, con muchas ganas», prosigue el entusiasta presidente del Care.

No sólo el colegio jesuita de San Ignacio colabora con el Care, también lo hace el Real Oviedo, con quien han firmado un convenio de colaboración. El club ovetense se ha comprometido a suministrar el material al equipo. A cambio, se llevará a sus filas a los jugadores del Care que despunten. «Hay gente muy buena. A Kesy, un chico nigeriano, ya le han fichado para el Vetusta», apunta Kennedy sobre uno de los chavales de la asociación.
Ayer el Real Oviedo envió al Colegio San Ignacio a su filial, el Vetusta, para que el Care jugase su partido de presentación.

En el estreno estuvo Najib-Boujlil, de Marruecos. Tiene 24 años y juega en el Care. Es uno de los chicos que admira a Sunny Sunday. Juega al fútbol desde niño y acaba de abandonar el Santiago de Aller, que juega en una categoría superior al Care, «para echar una mano a mis paisanos», relata en perfecto castellano. Boujlil, delantero por la banda derecha y número 18 de este nuevo equipo, ya ha dejado claro que no le gusta ningún equipo de fútbol en España, salvo el Care, a la vez que se confiesa seguidor del Milán.
«Es una oportunidad para nosotros. Yo no sé mucho de fútbol, pero aquí hay gente muy buena. Quizás saldrá un Sunny», explica Francis Mawoo, camerunés de 19 años, que llegó a España -lleva la cuenta exacta- hace un año y siete meses. En el Care juega en el medio del campo.
La plantilla del Care está integrada por cuarenta personas, todos inmigrantes africanos y alguno de Colombia. Han venido a trabajar a España desde Gambia, Marruecos, Argelia, Costa de Marfil, Camerún, Sudáfrica, Nigeria y Senegal. «La mayoría lleva aquí unos cinco años de media. Trabajan en el sector de la madera, la construcción y la hostelería, aunque también tenemos algún joven empresario que trabaja como autónomo», explica Kennedy acerca de sus chicos.
El colectivo Care, que cuenta con 500 socios, comenzó a funcionar en Asturias en el año 2003 de la mano de Prince Kennedy, su principal impulsor. La asociación nació con el objetivo de ayudar a los inmigrantes y tratar de canalizar su talento y capacidad hacia objetivos productivos. Ahora, experimentan con la fórmula del deporte para contribuir a alcanzar esos objetivos.
Concepción Ortiz de Zárate, médica de profesión, es la secretaria de Care. «Llevo en la asociación casi desde sus inicios. Tenemos una casa de acogida, damos clases de idiomas y ofrecemos asesoramiento legal a los inmigrantes. Fundamentalmente trabajamos con africanos, aunque también recibimos a chicos de otras nacionalidades», relata la secretaria de la asociación.
Ortiz de Zárate también tiene una función en el equipo de fútbol: lleva la asistencia sanitaria. «Cada uno colabora en lo que buenamente puede y sabe hacer», explica, mientras revisa el contenido de su botiquín de emergencias, que espera no tener que usar. «El asunto del fútbol les está ilusionando demasiado. Todos se ven ya profesionales del deporte. Es importante que trabajen y adquieran un compromiso», sostiene la secretaria de la asociación.
El Care, como todos los grandes equipos, anda estos días de negociaciones con los patrocinadores. Aún no han encontrado quien financie su club. Concepción Ortiz se lanza: «Estamos buscando desesperadamente un promotor. Nosotros somos así, nos volcamos con un proyecto y luego ya buscamos la forma de sostenerlo económicamente. No es mucho lo que necesitamos, sólo para cubrir las gestiones económicas», concreta.

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3 comentarios en “Todos quieren ser como Sunny
  1. maribel garcia dice:

    en mi pais es dificil conseguir una visa para alla, exigen contratos de trabajos.Por que no es mas facil para uno poder ir alla.

  2. quiero un permiso de trabajo.. que hablan de globalizacion ??..solo pido trabajo y no que me mantenga el govierno ..acaso eso no es un derecho humano?..trabajar para vivir honradamente

  3. todo seria muy simple si se pusiera en practica todo el rollo de la globalizacion ,..solo quiero un permiso de trabajo ,yo no pido que me mantenga el govierno solo quiero trabajar…y la globalizacion que??…

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