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Suiza ha anunciado que limitará a partir del 1 de mayo la estancia en el país de los ciudadanos de ocho países de la Unión Europea: Estonia, Lituania, Letonia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y la República Checa.
El país centroeuropeo se acoge a la cláusula de salvaguarda incluida en el acuerdo de libre circulación firmado con Bruselas en 2002, que establece la posibilidad de recurrir a ella cuando haya un incremento de 10% en el número de permisos de trabajo concedidos a los ciudadanos de la UE, con respecto a la media de los tres años precedentes.
Suiza puede recurrir a esta cláusula hasta mayo de 2014, y reintroducir unilateralmente contingentes por un periodo limitado.
La medida afecta a los ocho Estados que se incorporaron a la UE en mayo de 2004, con la excepción de los territorios insulares de Chipre y Malta, y que forman parte del espacio Schengen, que permite suprimir los controles en las fronteras interiores entre los Estados signatarios y crear una única frontera exterior. Suiza se adhirió al acuerdo de Schengen en 2004.
Los países con restricciones son: Estonia, Lituania, Letonia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y la República Checa se suman así a las restricciones que ya afrontan Rumanía y Bulgaria.
Para Bruselas, la medida incumple el acuerdo sobre el libre movimiento de personas entre el bloque y Suiza, pues éste «no permite ninguna diferenciación entre ciudadanos de la UE».