El programa ‘Vacaciones en paz‘ permite a los niños saharauis pasar el verano en Andalucía y vivir sin ningún tipo de necesidad. Son las madres las que se ponen en contacto con la Asocación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla para acoger a los niños. También se sirven del boca a boca para que nuevas familias se decidan a acoger.
El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, recibió a algunos de estos niños y a varios miembros de la organicación en el Ayuntamiento. Comenzó la recepción con las palabras: «Me siento muy orgulloso de que estéis aquí», «os veo muy bien, muy formalitos», «estáis encantados, se os ve en la cara».
Bromeó un poco con los niños para que el ambiente se hiciera más entrañable y luego se dirigió a todos los presentes con un breve discruso. «Quiero que me oigan vuestras familias acogedoras y que se sientan orgullosas de ser solidarias«, afirmó el alcalde dirigiéndose a los medios de comunicación. «Yo fui uno de vosotros«, afirma Monteseirín refiriéndose a que fue padre de acodiga, y volvió a hablarles a las familias acogedoras una vez más, diciendo: «Si todos fueran así… porque hay gente a la que los de fuera nos les gustan«.
El alcalde les deseó que se resuelva «por fin» el problema del pueblo saharaui y afirmó que la comunidad internacional, en general, y España, en particular, tienen una responsabilidad en esa tarea.
El vocal de Inmigración y Administración Pública y responsable de la organización en Brenes, Carlos Jiménez, aprovechó la ocasión para dar las gracias a las familias y añadir su deseo de que estos niños sigan viniendo a España, pero «de otra forma».
Por último, también realizó unas declaraciones el adjunto de la Delegación Saharaui para Andalucía, Baha Mustafa, en las que expresó su «sincero agradecimiento por el recibimiento y la solidaridad» recibidos. Dio las gracias a las familias de acogida y definió a los niños como «embajadores que expresan ese anhelo de regresar a su tierra, ser independientes» y dijo: «Confiamos en la comunidad internacional para que haya una solución justa a este conflicto que ya lleva mucho tiempo». Refiriéndose a Sevilla, afirmó que, a nivel nacional y andaluz, es «vanguardia en estos proyectos con saharauis; siempre ha estado con el mundo saharaui«.
«La asociación se creó a partir de la inquietud de personas que querían hacer algo más para mejorar la situación del pueblo saharaui«, comenta la responsable de Movilidad Social, Mónica Di Marco. Y es que, aunque la República Saharaui es el único país de África en el que están escolarizados el 100% de los niños de entre 6 y 12 años, la situación dista mucho de ser semejante a la española.
Los niños volverán a sus hogares a finales de agosto. María Muñoz, que forma parte de la asociación y que lleva la web Sahara Libre, afirma que los niños quieren volver, «al menos la mayoría». «Aquí se está muy bien, pero allí está su familia», «yo me iría con mi familia», comenta. María, junto con su hermana, se encarga de la web de la organización para que sus avances puedan llegar a todo el mundo. En ella, introducen información de los programas, fotografías y vídeos de los proyectos, e información relevante relacionada con el pueblo saharaui.
Respecto a la diferencia entre niños y niñas, María comenta que, aunque su cultura sea distinta, aquí ayudan tanto unos como otros. «Hay niños que al principio no, pero luego sí nos ayudan a hacer la colada, poner la mesa».
Las familias son la principal fuente de financiación. Se encargan de costear los vuelos ayudándose del dinero recaudado en fiestas y acontecimientos que ellos mismos organizan durante todo el año. La otra fuente está en los ayuntamientos. Algunos cooperan con el proyecto como el de El coronil, el de Constantina o el de Marinaleda. Este último paga todos los gastos de los 20 niños que, paroximadamente, se acogen en esta localidad. La crisis también ha llegado a este ámbito y los organismos públicos tienen menos recursos que destinar a la ayuda humanitaria. Por ello, algunos han reducido su aportación al programa.
Fuente: Diario de Sevilla