A partir del próximo mes de abril, Reino Unido contará con una lista de siete profesiones en las cuales no se podrá contratar a trabajadores inmigrantes extracomunitarios: cuidadores de personas mayores, pastores de ovejas, cortadores de carne, agentes inmobiliarios, peluqueros y personal de establecimientos de comida rápida. Estos puestos se destinarán unicamente a trabajadores británicos o procedentes de la Unión Europea.
Y es que se prohibirá a las empresas londinenses que contraten a inmigrantes de fuera de la Unión Europea para limitar de esa forma la llegada al país de mano de obra poco cualificada y favorecer la contratación en estos siete puestos de trabajo de ciudadanos autóctonos o comunitarios. De este modo, los puestos disponibles para extracomunitarios se limitará a unos 230.000 puestos, lo que supone un 1% del mercado laboral.
Hasta el día de hoy, muchos ciudadanos extracomunitarios, principalmente asiáticos, eran contratados como cocineros en establecimientos de comida para llevar ya que sus conocimientos culinarios no se encuentran con facilidad entre los ciudadanos británicos. Pero con esta nueva normativa que impulsa el Gobierno de David Cameron, los inmigrantes que quieran trabajar en el Reino Unido deberán tener formación universitaria, un mínimo de cinco años de experiencia en un puesto de trabajo similar al que se pretende optar, y un sueldo mínimo de 28.000 libras anuales (32.300 euros aproximadamente) tras la deducciones por alojamiento.
Estas medidas han sido planteadas por el Ejecutivo británcio para pasar de los 200.000 inmigrantes que entran en la actualidad al país a unas decenas de miles para 2015. Con la eliminación de dichas profesiones, los puestos de trabajo que aún pueden cubrir los ciudadanos extracomunitarios no cualificados pasarán del medio millón actual a unos 230.000 (apenas el 1% del mercado laboral), empleos que en muchos casos serán ocupados por británicos o por ciudadanos pertenecientes a la Unión Europea.
Fuente: RedInmigrante.es