Sanidad justifica la restricción de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares

En 2009 el sistema nacional de salud gastó 1.000 millones en servicio sanitario a inmigrantes que habían regresado a sus países de origen

Pilar Farjas, secretaria general de Sanidad y Consumo, justificó las restricciones que el Gobierno ha realizado mediante el Real Decreto-ley de reformas para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, por la necesidad de acabar con el abuso y el «despropósito» que suponía el hecho de que España siguiera pagando la asistencia a extranjeros (1.000 millones en 2009) que habían regresado a su país y que provocó las denuncias del Tribunal de Cuentas y las quejas de muchas comunidades autónomas.

Según Farjas, «España seguía pagando el gasto sanitario» a los inmigrantes que tenían tarjeta sanitaria española a pesar de que habían vuelto a su país, de manera que a partir del 31 de agosto deberán regularizar su situación y «si son de países no europeos deberán revisar qué convenios bilaterales hay entre los dos países o qué polizas privadas les pueden cubrir. En caso de que no haya convenio bilateral con sus países de origen, los inmigrantes recibirán un principio de reciprocidad.

Por otro lado, si los ciudadanos son de la Unión Europea y deciden residir en España, deberán solicitar una tarjeta sanitaria en sus países de origen para que el coste de la asistencia sanitaria que produzcan en España se cargue a sus países.

La secretaria de sanidad justifica estas medidas porque se trata de equipara el trato a los extranjeros que residen en España con el que reciben los españoles en otros países y para limitar el gasto excesivo del sistema en una época de recortes y de crisis económica.

Vía: La Vanguardia

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Un comentario en “Sanidad justifica la restricción de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares
  1. Miguel dice:

    Es la gran mentira. Sanidad no se gastó nada porque los contribuyentes en este país ya habíamos pagado todo. Es muy bonito hacer cábalas con los servicios públicos y decir que esto cuesta tanto o cuanto, hacerse ilusiones de hacer negocio con esto e ir cacareando lo caro que sale y lo bien que lo haría una empresa privada. Pero qué difícil es hacer que funcione.
    El sistema privado es parecido al público pero mas caro e ineficiente: es colaborativo pues se contribuye con una prima que pagas aunque no lo uses (el seguro privado); es excluyente porque si no pagas te mueres y si pagas por no tener seguro, te arruinas; al ser excluyente es mas caro porque se mantiene casi exclusivamente de los asegurados, los cuales salen a pagar mas porque son menos; como no salen los números se rechazan pacientes previamente asegurados con cualquier excusa; se excluyen servicios porque con el dinero de las cuotas no da para pagar los servicios y los sueldos de los chupópteros… en definitiva, los servicios básicos no se deben ni se pueden privatizar si se quiere garantizar los derechos de las personas.

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