Tiendas de ropa, calzado y restaurantes chinos, comida mexicana, empresas de productos venezolanos o establecimientos de alimentación son algunas de las alternativas de negocio que ponen en marcha los inmigrantes que establecen residencia en España. Este colectivo continua en movimiento y con el dinamismo que siempre le ha caracterizado, especialmente, los chinos, cuyas propuestas empresariales proliferan constantemente. “Vemos oportunidades para obtener una buena posición cuando acabe la crisis”, reconoce Hong Guang Yugao, vicepresidente de la Asociación de Chinos de España.
Destacar que, hasta el año 1992, los chinos sólo se dedicaban al ámbito hostelero pero, a partir de ahí, se han ido diversificando y abarcan diversas áreas, como la textil. Tal y como ha asegurado Guang, en España hay cerca de4.000 ciudadanos con nacionalidad china. En este sentido, Eduardo Abad, coordinador nacional de inmigración de la Unión Profesional de Trabajadores Autónomos (UPTA), ha afirmado que los chinos tienen “otra forma de ver la vida, ya que prevalece el trabajo sobre el descanso. Sus jornadas laborales son extensísimas”.
Para los inmigrantes latinoamericanos el negocio nace, en un primer lugar,para cubrir sus propias necesidades y es común la puesta en marcha, por ejemplo, de locutorios con servicio de envío de paquetería y dinero.También se especializan en establecimientos donde ponen a la venta productos, en su inmensa mayoría gastronómicos, de sus países de origen y, posteriormente se lanzaron a otras alternativas empresariales más generalizadas como bares, restaurantes o negocios relacionados con la construcción o las mudanzas, entre otros. Tal y como asegura la ONG MITA, que presta asesoramiento a este colectivo, los más emprendedores son los argentinos, seguidos de colombianos y ecuatorianos. También destacan a las mujeres rumanas.
(FOTO: Grumpywolf) Crónica Norte.
