Mujeres marroquíes de la Cañada aprenden castellano para su integración social y la de su familia

La Asociación El Fanal imparte clases de castellano para las marroquíes de la Cañada Real, donde tienen acceso limitado a los recursos públicos.

Paliar este desfase disminuye la situación de vulnerabiliad de las familias y reduce los conflictos vecinales.

La Asociación El Fanal – entidad socioeducativa que interviene con familias – imparte clases de castellano para mujeres marroquíes de La Cañada Real (Villa de Vallecas, Vicálvaro, Valdemingómez), para que disminuya la situación de vulnerabilidad de las familias en riesgo de exclusión y reducir los conflictos vecinales. Se trata del proyecto MAR-HABA, que facilita el proceso de alfabetización y de aprendizaje del castellano como lengua extranjera.

A través del aprendizaje del idioma, El Fanal promueve el desarrollo personal y la integración social de mujeres que pertenecen a minorías étnicas y que están en situación de vulnerabilidad. De esta forma las mujeres abordan de forma autónoma las situaciones de la vida cotidiana, con lo que palian las necesidades básicas de las que carecen sus familias; y desarrollan las habilidades sociales necesarias para relacionarse de forma eficiente e integral con el entorno.

La Asociación El Fanal señala que la Cañada es una zona que no dispone de centros educativos, parques, alumbrado o transporte público, por lo que sus vecinos tienen limitados el acceso a los recursos públicos básicos.

No conocer el idioma tiene, como ha destacado El Fanal, graves consecuencias para el desarrollo social y la integración de las familias extranjeras. Por un lado, imposibilida las relaciones vecinales e interculturales, lo que se traduce en conflictos vecinales patentes en zonas como Valdemingómez, Villa de Vallecas o Vicálvaro. Y por otro lado, a las mujeres marroquíes que no hablan español les es más difícil acudir al médico, ir al colegio de los hijos o realizar la compra, con lo que las necesidades básicas familiares no están cubiertas y se generan sociedades vulnerables en riesgo de exclusión.

Tal y como destacan los educadores de El Fanal, las clases de castellano están ayudando a las mujeres «no solo para aprender, sino para adquirir habilidades, compartir experiencias, expresar inquietudes y ampliar sus relaciones, además de mejorar su autoestima». Y es que se trata en muchos casos de mujeres que pese a llevar hasta seis años en España no han aprendido castellano porque las cargas familiares y la situación de vulnerabilidad en la que viven no se lo permite.

Este proyecto ha tenido muy buena acogida por parte de las vecinas de la Cañada. Tanto es así que hay una lista de espera del 30%, algo que la Asociación espera poder paliar buscando la financiación para ampliar los grupos. Ahora mismo, la Asociación El Fanal cuenta con dos grupos -inicial y avanzado-, de 20 participantes cada uno, que tienen lugar los miércoles en horario de tarde en el centro de El Fanal en la Cañada.

En las clases, además de actividades para el aprendizaje del idioma -gramática, comprensión lectora, etc.- , también se realizan otras actividades complementarias que promueven las relaciones interpersonales como los desayunos interculturales, dinámicas de grupo o celebración de fechas señaladas. Y hay servicio de ludotecas para aquellas usuarias con hijos menores de tres años, y para ofrecer un espacio lúdico, de ocio y de socialización.

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