La novela de Marco muestra con crudeza, pero con un final esperanzador, el drama de la emigración italiana al final del siglo XX, tras las dos guerras mundiales.
En aquellos momentos Italia vivió una época de crisis que se prolongó hasta los años 60, especialmente en las zonas del sur y de Sicilia. La carestía constante obligó a muchas personas a buscar trabajo en el industrializado Norte (especialmente Milán) y en otros países como Estados Unidos o Argentina.
El drama alcanzó cuotas sorprendentes:
- En algunas regiones emigraron pueblos enteros.
- Cuando los estadounidenses llegaron a Sicilia y la Italia continental durante la Segunda Guerra Mundial fueron muy bien recibidos, pues era rara la familia que no tenía algún miembro en ese país.
- En Argentina la italiana es la comunidad más numerosa, incluso por encima de la española.
al escuchar hace unos años atras la europa se moria de hambre que tuvieron que buscarse la vida en el lugar que ahora menosprecian tanto asu gente como a nuestras tierras pues esa bestia no ha muerto y vendra otra vez a arrastrar con su cola este viejo continente lleno generalmente de gente egoista xenofoga yu eso no tardara mucha ya lo estamos viendo lo que pasa actualmente,goza riete cuanto puedas de`spues tendras que llorar,y cundo suceda eso que nuestras fronteras se cierren en aquel entonces nuestros hijos se acuerden como no han tratado en sus tiempos de oro todos aquellos y no le deje,mos entrar devolverle la misma moneda,por que nosotros los sudacas como nos llaman sabemos que nuestros paises tienen muchos recursos no explotados aun y que nunca dios quiera padecemos de agua, asi que hermanos moral y seguir luchando y aguantando a estos gracias VIVA EL PERU,VIVA LATINOAMERICA,VIVA AMERICA.
ESPAÑA ES ESPAÑA GRACIAS A LOS INMIGRANTES ,SI NOS FUERAMOS TODOS LOS QUE HABEMOS HABER QUIEN QUEDA EN ESPAÑA ,NADIE AHORANOS QUIEREN ECHAR NO ,ESPAÑA ES ESPAÑA GRACIAS A LA EXPLOTACION Y NOSOTROS LOS INMIGRANTES ,QUE QUEDE CLARO UNA COSA ,EN ESPAÑA NADIE REGALA NADA VASTANTE SE TRABAJA ,LOS INMIGRANTES TRABAJAMOS ,NOS EXPLOTAN BASTANTE TAMBIEN ,LOS ESPAÑOLES ,LA MAYORIA ,NO QUIERE TRABAJAR ,SE DEDICAN AL CONSUMISMO ,A DROGARSE ,ESTOY CANSADA DE ESCUCHAR INMIGRANTES ,SIEMPRE HABLAN ASI DE NOSOTROS CUANDO FUERON PARA SUDAMERICA ,SIEMPRE SE LES RECIBIO CON LOS BRAZOS HABIERTO SE LES SIGUE RECIBIENDO ,NO SE QUEJEN TANTO ,PONGANSE LAS PILAS ,TRABAJEN COMO NOSOTROS ,NO SEAN TAN CONSUMISTAS ,LOS ESCUCHAS DICEN HAY CRISIS CRISIS,SE OLVIDARON DEL HAMBRE QUE PASARON ,QUE SE COMIAN HASTA LA CAL ,Las ratas ,los humanos dicho la otra noche x niker jimenez ,ahora ,que ,pasa x favor ,ya basta ,ami que el gobierno me de una paga de 600e cada mes hace 4 años estoy aca ,todabia no tengo papeles ,me voy me voy a mi querido uruguay ,gracias
EL PROBLEMA ES QUE LOS ITALIANOS, ESPAÑOLES Y EUROPEOS EN GENERAL, NO QUIEREN ACORDARSE, TANTO ES ASI QUE SE HAN DEDICADO A CRIAR A SUS HIJOS DENTRO DE UNA BURBUJA, Y ESTOS YA NO SE CREEN LA HISTORIA.
¿Quitan los inmigrantes recursos sanitarios a los jubilados?
Una mujer inmigrante entrega un giro postal. (Foto: Iñaki Andrés)
Uno de los puntos del debate político de estas elecciones se ha centrado en la inmigración, culpándoles de colapsar el sistema sanitario de nuestro país. Según esto, parece que regalamos caritativamente la asistencia sanitaria a este colectivo tan numeroso en España. Pero esta acusación carece de fundamento, más bien al contrario, ya que pagan y pagarán por ella con creces.
Han venido muchos y en pocos años, dispuestos a trabajar, ya adultos y baratos, sin que el Estado haya tenido que invertir ni un euro en su salud.
Con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, España habría perdido unos 10 millones de habitantes. Pero la catástrofe demográfica no se ha producido en parte gracias a los inmigrantes. No hubiera habido, por tanto, trabajadores suficientes para pagar las pensiones de los jubilados de hoy y de los muchos más del mañana cercano.
Con la dependencia de los ancianos, sin apenas ayudas estatales, alguien tendría que quedarse en casa cuidando de ellos. Resulta llamativo que sean las extranjeras las que cuiden al 90% de los ancianos dependientes. Además, trabajan en el hogar, permitiendo que la tasa de actividad de las españolas haya crecido un 12% en la última década.
Si comparamos la aportación anual de los inmigrantes a las arcas públicas con los gastos que aquéllos generan, el superávit a favor del Estado alcanza los 5.000 millones de euros (aportan 23.402 millones y reciben 18.618 millones de euros). Esto se traduce en que la inmigración ha contribuido al 39% del crecimiento medio del PIB per cápita y ha incrementado en 623 euros la renta anual de cada español. Y con este dinero se pueden mantener 900.000 pensionistas españoles de pura cepa ya que menos del 1% de estos son extranjeros (incluyendo los comunitarios).
La paradoja es que muchos de esos pensionistas españoles apoyan el discurso contra la inmigración.
Claro que hay saturaciones y colapsos puntuales de la Sanidad, pero se resuelven con inversiones en estructuras y contratando a más profesionales de la salud y no culpando a los inmigrantes.
Las previsiones apuntan que España será un país de envejecimiento pronunciado en el que la población mayor de 65 años aumentará en ocho millones y la población en edad laboral descenderá en 6 millones entre 2007-2050. Pero si no vienen más, si expulsan a algunos de los que ya están ¿quién pagará las futuras pensiones y quién nos cuidará?
(EL MUNDO 28/05/2008
¿Quitan los inmigrantes recursos sanitarios a los jubilados?
Una mujer inmigrante entrega un giro postal. (Foto: Iñaki Andrés)
Uno de los puntos del debate político de estas elecciones se ha centrado en la inmigración, culpándoles de colapsar el sistema sanitario de nuestro país. Según esto, parece que regalamos caritativamente la asistencia sanitaria a este colectivo tan numeroso en España. Pero esta acusación carece de fundamento, más bien al contrario, ya que pagan y pagarán por ella con creces.
Han venido muchos y en pocos años, dispuestos a trabajar, ya adultos y baratos, sin que el Estado haya tenido que invertir ni un euro en su salud.
Con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, España habría perdido unos 10 millones de habitantes. Pero la catástrofe demográfica no se ha producido en parte gracias a los inmigrantes. No hubiera habido, por tanto, trabajadores suficientes para pagar las pensiones de los jubilados de hoy y de los muchos más del mañana cercano.
Con la dependencia de los ancianos, sin apenas ayudas estatales, alguien tendría que quedarse en casa cuidando de ellos. Resulta llamativo que sean las extranjeras las que cuiden al 90% de los ancianos dependientes. Además, trabajan en el hogar, permitiendo que la tasa de actividad de las españolas haya crecido un 12% en la última década.
Si comparamos la aportación anual de los inmigrantes a las arcas públicas con los gastos que aquéllos generan, el superávit a favor del Estado alcanza los 5.000 millones de euros (aportan 23.402 millones y reciben 18.618 millones de euros). Esto se traduce en que la inmigración ha contribuido al 39% del crecimiento medio del PIB per cápita y ha incrementado en 623 euros la renta anual de cada español. Y con este dinero se pueden mantener 900.000 pensionistas españoles de pura cepa ya que menos del 1% de estos son extranjeros (incluyendo los comunitarios).
La paradoja es que muchos de esos pensionistas españoles apoyan el discurso contra la inmigración.
Claro que hay saturaciones y colapsos puntuales de la Sanidad, pero se resuelven con inversiones en estructuras y contratando a más profesionales de la salud y no culpando a los inmigrantes.
Las previsiones apuntan que España será un país de envejecimiento pronunciado en el que la población mayor de 65 años aumentará en ocho millones y la población en edad laboral descenderá en 6 millones entre 2007-2050. Pero si no vienen más, si expulsan a algunos de los que ya están ¿quién pagará las futuras pensiones y quién nos cuidará?