Manifestaciones contra las expulsiones de inmigrantes de Sarkozy

Decenas de miles de personas salieron ayer a la calle en las ciudades más importantes de Francia para protestar contra la nueva política de expulsión de gitanos desarrollada por el Gobierno del presidente Nicolas Sarkozy. La manifestación más numerosa se celebró en París, donde unas 50.000 personas, según la organización, y 12.000, según la policía, secundaron las protestas contra la política «xenófoba» oficial.

El gobierno francés expulsó en agosto a varios cientos de personas de etnia gitana a Rumanía y Bulgaria, sus países de origen. Varios Estados de la Unión Europea y la Iglesia Católica expresaron su preocupación y consideraron que este tipo de política viola los derechos comunitarios de la libre circulación y de la no discriminación.

Las marchas estaban convocadas por un centenar de organizaciones sociales, que recibieron el apoyo de sindicatos y partidos de izquierda. Una delegación de los manifestantes compuesta por cantantes, escritores y cineastas fue recibida por representantes del Ministerio de Inmigración en la sede de este departamento. La reunión no sirvió para hacer recapacitar al Gobierno presidido por Nicolas Sarkozy si hay que atenerse a las declaraciones de Richard Moyon, portavoz de Red para la Educación sin Fronteras, que la calificó como «un diálogo de sordos».

La manifestación en la capital gala estuvo encabezada simbólicamente por las familias gitanas del campamento de Choisy-le-Roi, uno de los asentamientos desmantelados por las autoridades a mediados de agosto.

Otras 130 manifestaciones y actos de protesta se celebraron en distintas ciudades de Francia, como en Burdeos, donde unos 3.500 manifestantes se encargaron de inaugurar la jornada de protesta por la mañana. La marcha estaba encabezada por una gran pancarta que llevaba el lema «Alto al racismo. Libertad, igualdad, fraternidad en peligro«.

Las marchas se repitieron en Montpellier (entre 500 y 1.000 manifestantes), Perpiñán (entre 400 y 800 personas) o Toulouse (entre 1.000 y 3.000), donde se coreó el lema Arvernos -gentilicio del departamento donde se enclava la ciudad-, magrebíes, somos todos ciudadanos.

También se registraron manifestaciones por este motivo en grandes urbes europeas, como Roma, Bruselas, Madrid o Barcelona.

La opinion coruña

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