Más de mil inmigrantes claman contra el trato de la Oficina de Extranjería de Almería
El Almeria.- Más de un millar de personas, en su mayoría de origen inmigrante, participaron ayer en una protesta por el corazón de la ciudad con la que denunciaron la aplicación «injusta e insolidaria» de las leyes y reglamento de Extranjería en la nueva oficina de Almería abierta en el barrio de San Luis desde el año 2007. Los manifestantes han llenado el centro de la capital de gritos de protesta y música étnica con la que reivindicaban un «trato digno» para todos los usuarios de la Oficina de Extranjería y que se terminen las «innumerables trabas y controles abusivos» que casi a diario sufren miles de personas de otros países en la provincia.
La manifestación contó con la participación de una treintena de colectivos, entre los que no faltaron asociaciones religiosas y de carácter solidario, los partidos políticos e incluso simpatizantes del movimiento del 15-M, una pacífica marcha en la que todos, los inmigrantes y los almerienses, unieron sus voces para exigir que se acaben en la provincia las «actuaciones indignas e impropias» de la administración. A juicio del portavoz de Almería Acoge, Juan Miralles, la protesta ha sido un éxito por la numerosa afluencia de manifestantes que recorrieron el Paseo desde Puerta Purchena, se concentraron después a las puertas de la Subdelegación del Gobierno y acabaron con una gran fiesta multicultural en el anfiteatro de la Rambla. Precisamente en el Día Internacional de las Migraciones, los colectivos de extranjeros denunciaron que en la Oficina de Almería los permisos de trabajo y residencia a los ciudadanos de otros países son denegados, extinguidos y no renovados de forma masiva. «Se exigen requerimientos absurdos y se aplica la normativa con mucha más dureza que en el resto de provincias del país», argumentó el dirigente de Almería Acoge.
La argumentación expuesta por los colectivos convocantes de la marcha tiene por objetivo el cese inmediato de las actuaciones «discriminatorias» de la Oficina de Extranjería que «sólo tiene agilidad para extinguir permisos». De hecho, los manifestantes han puesto sobre la mesa que el plazo medio de tramitación de los expedientes que terminan en denegación es de 18 meses, lo que obliga, a su juicio, a los empresarios y a los empleadores a tener «mano de obra irregular e incumplir la ley».
Primero han ido a por nuestros trabajos, luego a por nuestras casas y ahora a por nuestros papeles.