UNICEF ha realizado un informe revelador sobre los niños extranjeros en España y la situación de estas personas cuando dejan de ser menores.
Bajo el nombre «Ni ilegales ni invisibles: realidad jurídica y social de los menores extranjeros en España» analiza la situación de los niños y niñas que se han visto afectados por los procesos migratorios en España. Algunos de estos niños son hijos de inmigrantes, mientras que otros han dejado sus hogares atrás para emigrar a España, a veces sin la protección de su familia. En ambos casos, forman parte de una realidad creciente frente a la que no se puede mirar hacia otro lado.
Tanto el informe como el resumen realizado por UNICEF destacan la necesidad de reflexionar sobre los retos pendientes y la necesidad de seguir velando cumplimiento pleno de los derechos de estos menores.
Estas son sus conclusiones:
– El fenómeno de la inmgiración es una realidad imparable y cambiante: tango la legislación migratoria como la de proteccción de menores deben adaptarse a esta nueva realidad, considerando muy especialmente las necesidades de estos menores y sus contextos.
– Menores, antes que extranjeros: un niño es un niño en cualquier lugar del mundo e, independientemente de su documentación o situación legal, le amparan todos los derechos de la Convención sobre Derechos del Niño.
– Es necesario fomentar y hacer más efectiva la coordinación interterritorial y entre instituciones.
– Protección del menor: revisión de los procedimientos de tutela, repatriación y de autorización de residencia temporal.
– Asistencia letrada: esta asistencia letrada deberá garantizarse en cualquier procedimiento que conduza a tomar una decisión que afecte de manera directa a sus intereses personales.
– Educación: en general, el fracaso escolar es mayor entre el colectivo de niños y niñas de origen inmigrante, y sus expectativas de estudios y empleo están por debajo de las de sus compañeros de origen español.
– Integración: la integración de los menores extranjeros constituye un elemento clave para garantizar el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, así como el correcto funcionamiento de una sociedad.
– Recursos y responsabilidades: resulta imprescindible garantizar que existen los procedimientos adecuados para ofrecer a la sociedad informaicón clara acerca del reparto de responsabilidades, transparencia en la rendición de cuentas y rigor en la aplicación de los procedimientos.
Fuente: UNICEF