Según informa diariosigloxxi.com, el Gobierno español entiende que el enfoque presentado por la CE no persigue un «desmantelamiento» de Schengen. Estas palabras han sido las empleadas por el que es el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, para defender el giro dado por el Gobierno de España, que pasa ahora a defender la propuesta de Italia y Francia de reintroducir controles fronterizos temporales, porque, a su juicio va hacia un sistema más «garantista», lo que le gusta a España.
Así, España modera ahora su discurso al entender que los cambios sugeridos por la CE «no van a desmantelar» Schengen, sino que van a concretar más los supuestos que el acuerdo ya prevé para restringir la libre circulación de personas.
Las declaraciones de Garrido llegan después de que Francia e Italia abogaran por reformar Schengen para hacer frente a oleadas de inmigrantes como los llegados de las costas tunecinas, a lo que España se oponía, Bruselas ha presentado esta semana un paquete de iniciativas que contempla reintroducir temporalmente los controles fronterizos internos en circunstancias muy excepcionales y bajo criterios muy definidos decididos a nivel europeo, y no unilateralmente.
A España le agrada la posición de la Comisión Europea porque entiende que los cambios que se quieren introducir no requieren que el Acuerdo Schengen, que forma parte del acervo comunitario, deba sufrir una reforma, explica López Garrido.
«Coincidimos bastante con el enfoque de la CE, porque se trata de precisar con más nitidez aquellos supuestos en los que cabe introducir alguna restricción y establecer controles interiores (de las instituciones europeas) para evitar que supuestos amplísimos puedan usarse de forma arbitraria», ha argumentado.