Diario de un Estudiante: ¿Quién dijo que en Madrid no nieva?

logodiarioestudianteErika Urbáez, la chica venezolana que estudia un Máster en Marketing en Madrid por la Escuela de Formación de Formaselect, nos cuenta sus experiencias en Madrid, a través del blog diariodeunestudiante.es

Una de mis grandes ilusiones al venir a un país con cuatro estaciones era ver la «blanca navidad». Entiendan, lo más cerca que había visto la nieve era a más de mil metros de distancia, montada en un teleférico rumbo al pico Bolívar o desde la carretera, pero siempre muy lejos.

En diciembre cayó una nevada aquí y yo parecía una niña de tres años viendo por la ventana y tomando fotos. Puse en mi nick del Messenger algo como «nevando en Madrid», a lo que múltiples «expertos» me dijeron:
-eso es agua de nieve, anda a las montañas si quieres ver nieve de verdad.
Otro me dijo una frase más contundente:
– en Madrid no cuaja, es sólo agua.

Con toda la desilusión quité mi nick, fui a las montañas y comprobé que ellos tenían razón. Aquello no había sido nieve.

Pasaron los días y los pronósticos anunciaban que nevaría un poco, yo seguía con la emoción latente. Ya había pasado la navidad, pero nieve era nieve, sin importar la época del año.

Mi amiga Virginia, quien vive en Barcelona, vino a Madrid con una excusa que ahora no recuerdo, tal vez era algo laboral, aunque en el fondo lo que quería era lo mismo que yo, ver nieve.

Caminamos por las calles de Madrid con menos un grado de temperatura, casi morimos de frío y nada de nieve. Luego de una cena divertida y algunos tragos, nos acostamos a dormir pues ella debía tomar temprano su vuelo a Barcelona. Claro está, sin ver nieve.

Al día siguiente, cinco minutos después de haberse ido Virginia, mi teléfono me indicó que tenía un mensaje, era ella informándome que finalmente estaba nevando. Entre el sueño, la flojera y el frío, decidí asomarme a la ventana, para mi desilusión, caía algo similar a lo que ya había visto en diciembre.

Más tarde, a eso de las 11:40, recibí otro mensaje que decía:
-Tanto esperar la nieve para que ahora no me deje salir, llevo una hora metida en el avión y no podemos despegar porque la pista está repleta. Por si fuera poco, hay una mujer histérica porque se casa mañana y no sabe si podrá llegar a su boda.

Incrédula abrí la persiana y comprobé que era verdad, estaba nevando y muy fuerte. Copos de nieve habían colmado mi balcón, carros, aceras y la calle, así que esta vez nadie me podía decir que no lo había visto. Atónita y una vez más como niña de tres años salí a tomar fotos para que nadie me dijera que mentí.

Al abrir las páginas de los periódicos encontré titulares como estos: «Una nevada no prevista colapsa las carreteras de Madrid y cierra Barajas«, «Caos por la nieve» , «La ola de frío siberiano que cubre España ha activado la alerta en 28 provincias».

Según el diario El País, la borrasca tenía previsto viajar desde Cataluña por el valle del Ebro hasta Galicia para salir mañana de la Península con dirección al norte de África atravesando Andalucía. No obstante, un giro de 50 km hacia el sur ha acercado las precipitaciones de nieve.

Ya no veía la nieve tan linda al pasar de unas horas y menos después de leer los diarios más importantes, espero que las consecuencias de este cambio climático que sorprendió a Madrid, después de casi cuatro años sin nevadas similares, no representen ninguna tragedia y que las personas acaten las órdenes de los organismos de seguridad, como la de evitar salir con sus automóviles. Espero también que la chica del avión se pueda casar mañana.

Por cierto, a las 16:00 aún en el aeropuerto de Barajas no se había solucionado el problema y mi amiga Virginia tuvo que salir a Barcelona en tren. Miles de pasajeros permanecían varados en el terminal aéreo.

¡Que quede claro que en Madrid sí nieva!

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