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Es algo común y que ocurre a menudo en el mundo del deporte, pero, ¿os habéis preguntado realmente por qué cambian de nacionalidad los atletas?
Lo cierto es que los motivos son distintos, y tras los pasados mundiales de atletismo celebrados este año, mencionamos algunos de ellos en este mundo.
¿Por qué cambian de nacionalidad los atletas?
1. Para tener mejores oportunidades
El mundo del atletismo está lleno de personas que quieren llegar a lo más alto, incluso si es a costa de la obtención de ventajas obtenidas ilegalmente, ya que la competencia es tan intensa y los márgenes entre ésta tan pequeños, que algunas estrellas hacen lo que sea para conseguir quedar a la cabeza.
Uno de los métodos de gran impacto, por cierto ilegal, es convertirse en ciudadano de otra nación con el convencimiento de que así pueda lograr obtener mejores oportunidades en su carrera.
Si éste proviene de un país pequeño, de instalaciones limitadas y poco presupuesto, en ocasiones considera la posibilidad de obtener mejor financiación para poder pagar mejores entrenadores, pistas y capacitación.
Prueba de ello es el corredor anguilano de 200 metros Zharnl Hugues, quien afirmó que «siempre supo que para correr en unas Olimpiadas necesitaba ponerse la camiseta británica»
2. Para tener menos competencia al entrar en un equipo
Por otro lado, están aquellos que son buenos atletas, pero tal vez no lo suficientemente buenos para llegar a lo más alto, y que proceden a un cambio de país para lograr el éxito.
El equipo de campo y pista de Estados Unidos cuenta con un gran medallero en las últimas Olimpiadas, algo a lo que ya acostumbran en cualquier evento, pero otros países tienen una competencia menos intensa para un lugar en el equipo.
Así, aquellos que quieren seguir teniendo una oportunidad de participar en campeonatos importantes, ponen la mira en este tipo de países, como ha ocurrido con el corredor estadounidense David Torrence, ahora nacionalizado peruano.
3. Por dinero
Esta razón se ha convertido en un problema tan importante que el jefe de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, Sebastian Coe, se comprometió a cambiar el reglamento cuando se volvió «abundantemente claro» que «las frecuentes y múltiples transferencias de lealtad, especialmente de África, significan que el actual sistema ya no cumple su propósito»
Se destacan casos como el Shaheen por su traslado de Kenia a Qatar, que fue objeto de condenas del presidente de su país. Tras lograr el estrellato en 2003 y transferirse, se conoció que iba a recibir sumas importantes de dinero desde Qatar durante el resto de su vida.
En 2004, cuando estaba en la cima, Kenia no le dio permiso para competir en los Juegos Olímpicos, y es que según las reglas de los Juegos, un atleta que cambia de nacionalidad no puede representar a otro país durante tres años a menos que ambas naciones concuerden. Kenia rehusó, y éste fue su precio a pagar: se perdió los Juegos de Atenas 2004.
4. Por amor
Fiona May, atleta de salto en largo, pasó de competir por el país en el que nació, Gran Bretaña, a hacerlo por Italia en el año 1990, sintiendo que las autoridades de atletismo de su país no la tomaban en serio.
Por ello, y habiéndose casado con un italiano, optó por obtener la nacionalidad italiana y competir por este país. Tras convertirse en doble campeona mundial, es ahora una celebridad destacada de ese país.
Fiona defiende que otros cambien de nacionalidad si así sienten que avanzarán en sus carreras, y afirma que «Si viajo a cualquier lugar del mundo, hasta los italianos allí saben quién soy y me consideran italiana. Saben que era británica y que competía para Gran Bretaña, pero para ellos yo soy italiana».
Información obtenida de El Nacional
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